sábado, 14 de enero de 2023

TOA - 3er Domingo - Abandona tus viejos pecados - Mt 4, 12-23


El evangelio de hoy relata el comienzo del ministerio público de Jesús. John había sido arrestado, y ese parecía ser el final de su aporte al vital avivamiento religioso de Israel. En vez de ir a Nazaret, en lugar de ir a casa, Jesús fue a Cafarnaum. El Nuevo reto comenzaba y ya estaba en camino.

Este pasaje trae las poderosas palabras con que el profeta describió lo que sucedería al comienzo ministerial del Mesías, "El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz, y para los que vivían en una tierra donde la muerte echó su sombra, una luz ha brillado". Más tarde, Jesús se referiría a sí mismo como la luz del mundo; al enviar a sus apóstoles, les diría que ellos también debían ser luz para el mundo.

La palabra "vocación" que era exclusive para sacerdotes y religiosos hoy se ha devuelto a los laicos, y cada vez más personas bautizadas se sienten llamadas a una tarea para Jesús.

Ahora entendemos que no recorremos el camino cristiano por defecto o casualidad, sino porque Dios me ha elegido. Hoy nos llama y nos manda como a sus primeros discípulos: "Te he llamado por tu nombre; Tú eres mío.” Tú no me elegiste; soy Yo quien los elegí, y los he mandad para que vayan y den fruto, un fruto que permanecerá.”

Si la Buena Nueva es para cada persona de hoy, entonces, yo también debo ser Buena Noticia para la gente de hoy.

"Abandona tus pecados y vuelve a Dios, porque el reino de Dios está cerca". 

Hay una historia sobre los modelos de la famosa pintura de Leonardo da Vinci de la Última Cena.

Leonardo buscó siempre el modelo ideal para cada personaje.
Comenzó con un joven de buen aspecto y lleno de vitalidad; lo eligió como el modelo perfecto para Jesús, luego siguió con otros modelos para cada uno de los apóstoles.

El trabajo tomó mucho tiempo y dejó a Judas para el final, no encontraba a quién lo represente. Entonces vió un vagabundo dormido, pensó: "ese pobre hombre hasta vendería su alma por dinero. Lo convenció y lo llevó a su estudio.

Conforme el trabajo progresaba, ambos se dieron cuenta de lo mismo: ¡Este hombre había estado antes en el mismo studio, es el que había a Jesús! Se había extraviado, se había perdido, y ahora vivía en la calle. Que gran conmoción para Da Vinci, y un chispazo que inició la conversión para el hombre.

 Hoy caminamos en un nuevo tipo de oscuridad,
caminamos en una cultura con convicciones escasas y débilmente expresadas, donde los valores influyen poco en el corazón de las personas.

Es una condición extraña y difícil que ha demostrado ser hostil a la fe cristiana y al compromise de largo plazo.

Es aquí donde nos toca brillar,
convertirnos constantemente para invitar a la conversión.

Sal 95, 1.6
"Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra.
En su presencia hay esplendor y majestad,
en su santuario, poder y hermosura."


Oración
Dios todopoderoso y eterno,
ordena nuestra vida según tu voluntad
para que, en el nombre de tu Hijo amado,
podamos dar con abundancia frutos de buenas obras.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.



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Lecturas Bíblicas en Lenguaje Latinoamericano, 3er Domingo TOA

Primera lectura: Is 8, 23b–9, 3
En otro tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí;
pero en el futuro llenará de gloria el camino del mar, más allá del Jordán, en la región de los paganos.

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz;
sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció.

Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría.
Se gozan en tu presencia como gozan al cosechar,
como se alegran al repartirse el botín.

Porque tú quebrantaste su pesado yugo,
la barra que oprimía sus hombros
y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.

Salmo Responsorial: Salmo 26, 1. 4. 13-14 (1a)
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo?
El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida,
para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida.
Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
R. El Señor es mi luz y mi salvación.

Segunda lectura_ 1 Co 1, 10-13. 17
Hermanos: Los exhorto, en nombre de nuestro Señor Jesucristo,
a que todos vivan en concordia y no haya divisiones entre ustedes,
a que estén perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo pensar.

Me he enterado, hermanos, por algunos servidores de Cloe, de que hay discordia entre ustedes.
Les digo esto, porque cada uno de ustedes ha tomado partido, diciendo:
“Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Pedro, yo de Cristo”.
¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado por ustedes?
¿O han sido bautizados ustedes en nombre de Pablo?

Por lo demás, no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio,
y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.

Aclamación antes del Evangelio: Mt 4, 23
R.
Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino
y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo.
R. Aleluya.


Evangelio: Mt 4, 12-23
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret,
se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
"Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos.
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció."


Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo:
“Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”.

Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea,
vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés,
los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores.
Jesús les dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”.
Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo,
que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también.
Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.

Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios
y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.
Palabra del Señor.

O bien: Mt 4, 12-17
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm,
junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos.
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció. 


Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo:
“Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”.





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